Rutinas para Mejorar la Ansiedad: ¿Qué Puedo Hacer?

Rutinas Mejorar La Ansiedad

Si estás navegando por Internet buscando rutinas para mejorar mi ansiedad, el primer consejo es que prestes mucha atención a las fuentes.

Desde mi consulta de psicología en Barcelona he visto a personas seguir propuestas que, lejos de ayudar, realmente hasta pueden agravar el problema.

Por eso, voy a darte algunas ideas útiles. Pero la primera y más importante es que si se trata de un problema que ya te lleva a darle vueltas por la red, lo mejor es que busques apoyo en terapia para la ansiedad. No quita que tengas esa buena intención de hacer cosas por ti, pero sí es fundamental no asumir riesgos innecesarios.

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Rutinas para mejorar mi ansiedad: tres pilares fundamentales

Está claro que para tratar la ansiedad hay ciertas cosas que repetimos mucho, porque funcionan. Una de ellas es la atención plena, que es algo tan básico como dedicar unos minutos al día, por ejemplo, a practicar ejercicios de respiración. Lenta y consciente.

No se trata de hacer mindfulness para combatir la ansiedad. En realidad, eso supone un esfuerzo paradójico (porque lo hacemos para “escapar” del estado ansioso). Lo ideal es que esto se haga, sencillamente, por tener un estado basal de menor estrés. Y, gracias a eso, tener más recursos para gestionar los momentos de tensión psicológica.

También es positivo que aprendas a cuestionar los pensamientos automáticos, sobre todo negativos, que genera la ansiedad. Algo tan sencillo como no entrar a discutir con tu propia mente puede ayudarte mucho a tomar distancia. Por otra parte, el ejercicio es crucial, porque es una forma fantástica de liberar estrés. Si no quieres apuntarte al gimnasio no pasa nada: pero salir a dar un paseo y, en general, exponerse al sol a lo largo del día, son medidas positivas.

Rutinas Mejorar Ansiedad

Hacer un pequeño diario de lo que te pasa te ayudará frente a la ansiedad

Por si acaso en algún momento necesitas acudir a terapia para la ansiedad, llevar un registro de pensamientos intrusivos, preocupaciones o ideas que causan malestar ayuda mucho a acelerar el análisis de partida de tu caso.

Además, es bueno tenerlo presente porque, así, podemos analizar mejor qué soluciones has intentado y no están funcionando. A menudo, sin darnos cuenta, podemos estar alimentando el proceso ansioso (por ejemplo, con conductas de reaseguración que cronifican el problema). Por eso, pararse un momento a valorarlo, especialmente en el contexto de la psicoterapia, ayuda mucho.

También queremos incidir en el esfuerzo por descansar más y mejor. Si no dormimos lo suficiente, es más difícil regular las emociones a lo largo del día. Te aconsejamos una ventana de descanso amplia pero, sobre todo, reducir las pantallas en lo posible, sobre todo hacia últimas horas del día. Sabemos que esto no siempre es fácil, pero sin un sueño profundo, es difícil que el cuerpo esté en condiciones para gestionar los picos de ansiedad.

Y recuerda, sobre todo, que no tienes que afrontar la ansiedad en soledad. Aunque pueda parecer extraño, la ansiedad es algo muy común, tratable y con un buen pronóstico si se interviene de forma correcta. Si quieres, puedes contactar con nosotras y te ayudaremos.

Invitación al cambio

Entiendo que dar el primer paso para buscar ayuda puede ser intimidante. Pero recuerda que estás tomando una decisión valiente y empoderadora para tu bienestar. Como psicóloga, estoy aquí para apoyarte, escucharte y trabajar contigo en cada paso del camino hacia una vida más tranquila y equilibrada. No estás solo en esto. Reserva tu cita conmigo y juntos encontraremos el camino hacia tu bienestar.

Cristina Lazaro Psicología
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