¿Cuándo hablamos de trastorno disociativo?
En primer lugar, hay que decir que no se pueden hacer diagnósticos por Internet. En el sentido de que, si sientes que puede ser tu caso, lo mejor es que me contactes para que valore tu caso. Es la forma más honesta, segura y rápida de explorar lo que te pasa.
Al margen de lo anterior, como psicóloga creo que este trastorno surge como una respuesta a experiencias traumáticas o estresantes. Me refiero a situaciones de muy alta intensidad.
Cuando vives esas experiencias difíciles, tu cerebro puede “desconectarse” de ciertas sensaciones para protegerse. Es un mecanismo natural, pero no exento de coste.
Aunque al principio esta desconexión parece útil (porque, de hecho, se busca la supervivencia y adaptación), con el tiempo se convierte en un conflicto, muchas veces grave. Afecta a tu día a día, generando que pierdas calidad de vida.
Es así cuando aparece la pérdida de memoria, cambios de identidad o la sensación de no estar en el propio cuerpo. Y no sólo esos síntomas. Por eso, pedir ayuda es crucial.
Síntomas y signos que suelen llevar a consultar
Los síntomas pueden variar muchísimo. Uno de los más habituales es el sentimiento de desconexión de uno mismo, o del entorno. Normalmente genera consulta, porque crea enorme angustia a la persona.
Además, también pueden aparecer otros, como la sensación de pérdida de la identidad o episodios en los que te parece que tus pensamientos no te pertenecen. En otras personas, el trastorno disociativo supone confusión sobre quién se es, comportamientos automáticos no deseados o incluso “perder” momentos completos de tu vida.
La psicoterapia te ofrece herramientas para construir una identidad sólida y comprender los patrones que han llevado a esta desconexión. Es una situación reversible, aunque no es un proceso sencillo porque suele haber experiencias traumáticas detrás que analizar y procesar.
Consulta por trastorno disociativo
Con el apoyo de una psicóloga especialista en trauma y disociación puedes explorar esas experiencias de manera segura. Como digo siempre, el primer paso consiste en acudir a consulta, porque es allí donde podremos analizar qué pasa y cómo proceder.
Aunque genera enorme malestar y confusión, el trastorno disociativo puede abordarse y no es algo con lo que tengas que vivir para siempre. Pero sí es preciso un apoyo cuando los síntomas empiezan a generar problemas en tu día a día o aparece el sufrimiento psicológico.
