Estrés Crónico: un problema cotidiano (con impacto psicológico)

Cuando hablamos de estrés crónico, no nos referimos a tener algo más de tensión de lo habitual. Tampoco a notarnos cansados, o que el día se nos haga cuesta arriba porque tenemos muchas cosas que atender.

En este caso, hablamos de un desgaste profundo de los recursos de la persona. Se trata de una situación que podrás reconocer porque, por muchas ganas que le pones a tus quehaceres, cada vez se te hace todo más cuesta arriba.

Desde mi consulta de psicología en Barcelona veo a pacientes que notan tristeza, falta de ganas, ansiedad o agotamiento. Pero no siempre es fácil entender que sí: el estrés puede ser la causa.

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¿Cómo sé que es estrés crónico?

Para mí, el estrés crónico se define por tener un carácter persistente.

Como digo, no se trata de un problema puntual. Todos pasamos por épocas con más carga de trabajo, dificultades puntuales o responsabilidades que nos cuesta gestionar. Eso es completamente normal, especialmente en el mundo en que vivimos.

Aquí estamos hablando de un estrés presente cada día. En ocasiones, arrastrado durante meses o incluso años. Esa situación de “estar al límite” de los recursos se ha cronificado, y aparece ya un importante malestar emocional

A menudo, es difuso, y no se identifica claramente que sí, viene de un exceso de demanda sumado a falta de recursos por puro agotamiento.

¿Qué puedo hacer si me siento así?

Para empezar, me parece fundamental analizar cuáles son las fuentes de estrés. Algunas se pueden cambiar de forma sencilla, mientras que otras… no siempre podemos abordarlas. Por ejemplo: no es lo mismo el estrés que nos causa la falta de actividades de ocio, que el que genera la enfermedad grave de un familiar cercano. No obstante, siempre podemos trabajar sobre cómo nos relacionamos con el estresor.

Además de esto, me parece esencial aprender a priorizar y dedicar tiempo a cuidarnos. Se habla mucho de esto pero, al final, se hace poco. Se trata de entender que los recursos de cualquier persona dan para lo que dan, y llegan hasta cierto punto. Podemos hacer de todo, pero no podemos hacer todo a la vez.

Si notas que ya hay un estrés crónico que te afecta, lo ideal sería reservar un tiempo diario para recuperarte. Cuanto más, mejor, pues recuperarse de esto requiere períodos prolongados.

Llegado el momento, acude a terapia para gestionar el estrés

Si notas que a pesar de esto te sigue faltando energía, o sencillamente quieres tener una opinión profesional, te animo a agendar una cita.

La realidad es que, aunque el estrés pesa muchísimo, sobre todo a largo plazo, no es difícil ponerse en el camino hacia la recuperación. Así que una visión desde la psicología puede darte las claves que necesitas para no acabar quemándote por dar más de lo que puedes.

Recuerda que es normal pasar por épocas de mayor demanda. Pero si notas que te vendría bien ese apoyo, no lo dudes y escríbeme.

Invitación al cambio

Entiendo que dar el primer paso para buscar ayuda puede ser intimidante. Pero recuerda que estás tomando una decisión valiente y empoderadora para tu bienestar. Como psicóloga, estoy aquí para apoyarte, escucharte y trabajar contigo en cada paso del camino hacia una vida más tranquila y equilibrada. No estás solo en esto. Reserva tu cita conmigo y juntos encontraremos el camino hacia tu bienestar.

Cristina Lazaro Psicología
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