¿Cómo sé que es estrés crónico?
Para mí, el estrés crónico se define por tener un carácter persistente.
Como digo, no se trata de un problema puntual. Todos pasamos por épocas con más carga de trabajo, dificultades puntuales o responsabilidades que nos cuesta gestionar. Eso es completamente normal, especialmente en el mundo en que vivimos.
Aquí estamos hablando de un estrés presente cada día. En ocasiones, arrastrado durante meses o incluso años. Esa situación de “estar al límite” de los recursos se ha cronificado, y aparece ya un importante malestar emocional.
A menudo, es difuso, y no se identifica claramente que sí, viene de un exceso de demanda sumado a falta de recursos por puro agotamiento.
¿Qué puedo hacer si me siento así?
Para empezar, me parece fundamental analizar cuáles son las fuentes de estrés. Algunas se pueden cambiar de forma sencilla, mientras que otras… no siempre podemos abordarlas. Por ejemplo: no es lo mismo el estrés que nos causa la falta de actividades de ocio, que el que genera la enfermedad grave de un familiar cercano. No obstante, siempre podemos trabajar sobre cómo nos relacionamos con el estresor.
Además de esto, me parece esencial aprender a priorizar y dedicar tiempo a cuidarnos. Se habla mucho de esto pero, al final, se hace poco. Se trata de entender que los recursos de cualquier persona dan para lo que dan, y llegan hasta cierto punto. Podemos hacer de todo, pero no podemos hacer todo a la vez.
Si notas que ya hay un estrés crónico que te afecta, lo ideal sería reservar un tiempo diario para recuperarte. Cuanto más, mejor, pues recuperarse de esto requiere períodos prolongados.
Llegado el momento, acude a terapia para gestionar el estrés
Si notas que a pesar de esto te sigue faltando energía, o sencillamente quieres tener una opinión profesional, te animo a agendar una cita.
La realidad es que, aunque el estrés pesa muchísimo, sobre todo a largo plazo, no es difícil ponerse en el camino hacia la recuperación. Así que una visión desde la psicología puede darte las claves que necesitas para no acabar quemándote por dar más de lo que puedes.
Recuerda que es normal pasar por épocas de mayor demanda. Pero si notas que te vendría bien ese apoyo, no lo dudes y escríbeme.