¿Cuándo la autoexigencia pasa de ventaja a problema?
En un mundo como el nuestro, donde las cosas pasan a toda velocidad (redes sociales, trabajo y un sinfín de estímulos rápidos), se percibe como positivo exigirse mucho. Como suele decirse, es el signo de los tiempos.
Así que cierto grado de autoexigencia es natural, adaptativo. Vamos, que nos ayuda a sobrevivir en la época que vivimos.
Sin embargo, si no somos capaces de disfrutar de los éxitos, o una meta da lugar a otra, podemos estar agotando nuestros recursos internos sin ser del todo conscientes. Ahí entran en escena la fatiga, insatisfacción personal o desmotivación.
¿Puede ayudar la terapia que ofrezco en Barcelona?
Sin duda.
Para empezar, la terapia es un espacio para analizar por qué buscamos esa perfección, que a menudo es la fuente del malestar emocional.
Como psicóloga, creo que vale la pena entrar en qué expectativas, aprendizajes y creencias llevamos en la mochila personal. No se trata de cambiar de mentalidad porque sí, sino de entender que sólo podemos dar hasta cierto punto. Este varía de una persona a otra, pero conviene situarse en que los recursos nunca son ilimitados.
Si no se interviene, el estrés aparece, y tiene un impacto muy real en nuestra salud.
Además, la psicoterapia es un espacio para ese cambio. Podrás aprender a reconocer mejor los logros, establecer metas razonables, y dosificar.
¿Voy a dejar de cumplir objetivos o perder mi motivación?
Para nada.
El trabajo que hacemos en psicoterapia para adultos supone ajustar el nivel de energía. Si lo imaginas como una rueda en la que puedes ajustar la potencia y resultado de 0 a 10, se trata de conseguir un nivel de exigencia que te permita vivir de forma plena.
Hay personas que son muy felices en niveles muy altos de rendimiento. Pero si estar en el nivel 10, el máximo, genera malestar psicológico, es imprescindible llevar a cabo ese ajuste. Comprobarás que, al hacerlo, se vive con menos presión. Y es que, en muchísimas ocasiones, es una cuestión de ajustar los recursos que realmente hacen falta para adaptarse a nuestra realidad.
Así que si crees que ha llegado la hora de revisar ese nivel de autoexigencia o perfeccionismo, te animo a pedir cita. Hablaremos de tu caso y te explicaré cómo puedo ayudarte a disfrutar más y cumplir tus metas sin agotar tus recursos internos.