¿Cuándo deberíamos ir a terapia de pareja?
Si os hacéis esta pregunta, es bueno que, como mínimo, lo habléis.
Para mí, hay señales claras de que la relación necesita esa atención cuando aparecen los temidos problemas de comunicación. Se producen discusiones constantes, silencios, enfados, etc.
También cuando hay falta de intimidad emocional o sexual. La famosa “conexión” desaparece, complicando las cosas. A veces es incluso el origen del problema.
Por otra parte, están los pequeños conflictos repetitivos, que desgastan poco a poco la relación. Y, por supuesto, las grandes crisis, como las infidelidades o cambios vitales de calado.
Todos estos me parecen buenos motivos para acudir. También lo es consultar sobre cómo orientar la relación, hablar del futuro o exponer necesidades en un ambiente positivo.
¿Qué haremos en terapia de pareja?
En mi consulta de terapia de pareja en Barcelona, abordamos los problemas desde la raíz.
Esto empieza por una comunicación clara y basada en el respeto. Desde ese punto podremos hablar de patrones de conducta disfuncionales, cambios necesarios y reconstrucción de la confianza. También es una ventaja la terapia como contexto para abordar conflictos de forma sana, evitando que generen mayores diferencias.
Es importante entender que trabajamos en pareja pero también desde la individualidad. Es decir: escucharemos a ambas partes, sin “forzar” las soluciones. Cada cual tiene su propia voz, y es crucial que sea escuchada en el contexto terapéutico.
Ante la duda, recomiendo consultar
La terapia relacional es una forma excelente de seguir adelante y apostar por la relación. Hay parejas que “lo dejan ir”, confiando en que las cosas se solucionen por sí mismas. Y esto supone que los conflictos se hagan más profundos.
Por eso, tanto si lo hacemos por crecer como pareja como si hay un problema que resolver, consultar me parece lo más seguro. No tienen por qué ser procesos muy largos, y es una gran inversión en vuestro futuro. En un contexto neutral, donde os sentiréis apoyados y acogidos. Para poder tender puentes. Si habéis llegado a un punto de tensión, dejarlo ir no suele ayudar.
Así que, si crees que la relación necesita ese apoyo, habla con tu pareja y consultad. Podéis contactar conmigo aquí y empezaremos a trabajar en lo que realmente importa: vosotros.